PONTEVEDRA: La ciudad a la que todo el mundo mira
2015 ha sido sin duda el año de Pontevedra. Su modelo urbanístico orientado a promover la movilidad responsable con el medio ambiente, la accesibilidad y la recuperación de espacios públicos la han llevado a recibir los más prestigiosos premios internacionales, como el Premio Internacional de Dubai, el ONU-Habitat, el EU China Smart Mobility Award y el premio a la excelencia del Center for Active Design de Nueva York, además de ser invitada a la Cumbre del Clima de París celebrada el pasado mes de diciembre.
Y es que se nota que Pontevedra está hecha por y para las personas, sus calles rebosan vida, y sus terrazas están siempre llenas, hasta en invierno. La paulatina peatonalización de la ciudad (todo el casco histórico es peatonal y buena parte del centro de la ciudad) ha fomentado la vida en la calle, el encuentro, el consumo local, y el ambiente que se respira en las calles es extraordinario.
Pero claro, quienes me conocen saben que es imposible que sea imparcial. Porque para mí, como buena pontevedresa, es la mejor ciudad del mundo.
Así que he preparado una ruta para que descubras algunas de las maravillas de esta ciudad, a ver si logro convencerte a ti también… ¿me acompañas?
Empezamos el recorrido en la Alameda, por el Paseo de Montero Ríos, donde se encuentran el edificio de la Diputación Provincial, con robusta arquitectura ecléctica de finales del siglo XIX; el Instituto Valle Inclán, uno de los máximos exponentes de arquitectura modernista de la ciudad, y las ruinas de Santo Domingo, un complejo formado por los restos del templo gótico que los dominicos construyeron en el siglo XIII. Actualmente se conserva la cabecera de la iglesia con cinco ábsides poligonales, y un muro lateral con una pequeña portada y un rosetón. En su interior encontrarás elementos de alto valor artístico e histórico como sarcófagos, escudos de armas o sepulturas de la época.
Al final del paseo, marcando el inicio del casco histórico, encontrarás el Ayuntamiento, un edificio de finales del siglo XIX en el que destacan sus cuatro pares de columnas, el balcón y el reloj.
Continuando por detrás del ayuntamiento hacia la izquierda llegarás hasta la Basílica de Santa María la Mayor, declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, es el máximo exponente de arquitectura religiosa de la ciudad. Su espectacular fachada está considerada una de las obras cumbre del estilo plateresco en Galicia y su arquitectura conjuga a la perfección el gótico tardío y el renacimiento.
Desde la Basílica, baja toda la calle Isabel II y continúa por la calle Sarmiento hasta llegar a la Plaza de la Verdura, una de las plazas con más ambiente popular del casco histórico pontevedrés, con soportales en los dos laterales y rodeada de bares y terrazas en las que podrás parar a disfrutar de vinos y tapas.
Continuando por la calle Sarmiento, a escasos metros de la anterior, encontrarás la Plaza de la Leña, una de las estampas más típicas de Pontevedra, con un crucero en el centro y un conjunto de pazos urbanos del siglo XVIII que conforman las instalaciones del Museo Provincial.
Subiendo por la calle Pasantería llegarás a la Plaza de la Herrería. Lugar de encuentro, de celebración de fiestas populares, de juegos infantiles, terrazas… la plaza de la Herrería es una de las más queridas y visitadas de Pontevedra. El conjunto que forma junto a los jardines de Castro San Pedro y la iglesia del Convento de San Francisco (un espectacular edificio gótico en el que destaca su gran rosetón) es una de las estampas más bonitas y emblemáticas de la ciudad.
Muy cerca encontrarás la Iglesia de la Peregrina, el santuario de la patrona de Pontevedra y uno de los edificios más simbólicos de la ciudad. Destaca su fachada barroca encuadrada por dos torres, con elementos neoclásicos del siglo XVIII, siendo su planta en forma de concha de vieira su principal peculiaridad. La plaza en la que se encuentra emplazada es el centro neurálgico de la ciudad, punto de encuentro de viandantes, en el que destaca la fuente de piedra, adherida a las escalinatas del atrio elevado de la iglesia, y la escultura del popular loro Ravachol, mascota de Don Perfecto Feijoo, boticario y figura ilustre de la villa a principios del siglo XX. Este singular loro murió el lunes de Carnaval de 1913, y desde entonces cada año se celebra para finalizar el Carnaval el velatorio y entierro del Ravachol.
Tras visitar la iglesia de la Peregrina, si tomas un pequeño tramo de la calle Benito Corbal, y bajas por la calle Cobián Roffignac, llegarás al río Lérez, que tras su paso por Pontevedra se une al mar formando la ría de Pontevedra.
Cruza el río por el Puente del Burgo (con once arcos de medio punto, realizado en sillería medieval en el siglo XII es el puente más emblemático de Pontevedra) hasta el Paseo Domingo Fontán, y continúa por el margen del río a lo largo del paseo Enxeñeiro Rafael Areses hasta llegar a la famosa Isla de las Esculturas.
En un espacio natural protegido de gran valor paisajístico, te encontrarás esta isla de 70.000 m2 que acoge un total de 12 obras de arte de distintos artistas tanto nacionales como internacionales, cuyo denominador común es la piedra como principal materia prima de la escultura. El escenario de esta particular exposición al aire libre es un marco incomparable, una ruta formada por pequeños puentes y pasarelas a través de los humedales que forma el río en esta isla inundada de junqueras silvestres que invita a relajarse y dejar volar el tiempo.
Como verás, Pontevedra está llena de encanto y de un sinfín de joyas tanto histórico-artísticas como naturales de las que disfrutar. Pero de nada sirve que te lo cuente, ¡anímate y descúbrela por ti mismo! Te aseguro que no te vas a arrepentir, palabra de pontevedresa.