Playa de Bolarque: una paradisíaca cala de aguas verdes en el corazón de La Mancha
Desde que vivo en Madrid, cuando el calor del verano se vuelve tan insoportable que apenas puedes salir de casa, no deja de sonar en mi cabeza esa maldita canción que dice aquello de «pero al llegar agosto vaya, vaya… ¡aquí no hay playa!«. La playa en Madrid se echa de menos, eso es así. Al menos para los que somos de mar. Yo no me resigno a ir a la playa solamente ese par de semanas de vacaciones que la gente se coge en agosto para poder decir que ha pisado el mar en verano… ¡eso es como una gota de agua en el desierto, no sirve de nada!
Peeeero, este verano he encontrado una fantástica solución… ¡¡una espectacular playa en pleno centro de la Península!! Sí, como lo oyes, a apenas 100 km de Madrid, entre las provincias de Guadalajara y Cuenca se encuentra la Playa de Bolarque, una auténtica maravilla natural en plena Alcarria, con su chiringuito, sus socorristas, su club náutico y un espectacular agua verde turquesa que nada tiene que envidiar a muchas famosas calas de Baleares.
Esta maravillosa playa de agua dulce está situada en una zona de confluencia entre el río Tajo y el Guadiela, en un paraje natural protegido, encajonado entre las laderas de la sierra de Altomira. Es una zona catalogada de Especial Conservación por la Red Natura 2000 y como Zona de Especial Protección de Aves, ya que en las laderas que bordean el lago podemos encontrar buitres leonados, halcones peregrinos, águilas perdiceras, alimoches, garzas y otras muchas especies.
Para disfrutar de este espectacular paisaje, además de disfrutarlo desde la arena de la playa, podemos optar por contratar alguna de las actividades disponibles en la playa o en el náutico: alquiler de equipos de snorkel, hidropedales, kayacs, alquiler de botes a remos o de lanchas a motor, etc. Incluso, si quieres conocer la zona a fondo, desde el náutico salen excursiones en catamarán por la zona, con tres rutas disponibles a elegir: dos cortas que suben por el Guadiela, una hasta la ermita de los Desamparados y otra hasta el muro de la presa de Bolarque, y una larga que sube por el Guadiela hasta el Tajo para ver las ruinas del monasterio Carmelita y el castillo de Anguix.
Muy recomendable también es acercarse al mirador que está indicado a la entrada del parking, donde se pueden disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas del entorno (la foto de cabecera de este post está sacada desde allí).
¿Cómo llegar al paraíso?
Para llegar a esta fabulosa playa de interior debes llegar al pueblo de Almonacid de Zorita, en la provincia de Guadalajara. Una vez llegado al pueblo, sólo hay que seguir las indicaciones hacia el Lago de Bolarque. Serán unos 10-15 minutos de carreteras con curvas de infarto al lado de respetables barrancos. La carretera cogerá rumbo montaña arriba, haciéndote pensar que quizá te has equivocado de camino. Pero no. Pronto comenzará el camino de bajada y, desde ahí, cerca del mirador, ya podrás divisar las decenas de embarcaciones atracadas en el club náutico. Entonces sólo tendrás que seguir el camino hacia el parking, donde encontrarás dos señales que se bifurcan: una hacia la playa y otra hacia el náutico.
Desde el parking, ya puedes vislumbrar el pinar que da paso a la playa. En el recinto te encontrarás una cuidada zona de césped , un pequeño merendero con mesas para comer, el chiringuito, y ya en la parte más baja la fina arena de la playa.
La entrada a la playa tiene un coste de 3,5 € entre semana y de 6 € los fines de semana, pero merece la pena si tenemos en cuenta la belleza del lugar, los servicios que se ofrecen (incluyendo seguridad del recinto y socorristas) y lo bien cuidado que está todo.
Una vez llegado a este punto, sólo tienes que preocuparte por buscar un buen hueco para dejar la toalla, y… ¡a disfrutar de un buen día playero!
Y tú, ¿has estado alguna vez en la playa de Bolarque? ¿conoces otras playas de interior en las que disfrutar del verano? ¡Espero tus recomendaciones en los comentarios!